jueves, 4 de septiembre de 2014

Una vez más ahogando las penas en alcohol

Sabia donde lo iba a encontrar y en que estado estaría, cuando inicio todo le había advertido que no se confiara, que esta ocasión fuera precavido, que no quería volverlo a ver en ese estado, pero su amigo le había sonreído y afirmado que iría pasito a pasito.
Pero el conocía su forma de ser, él no podía ser frió, era apasionado, alocado, entregado, sensible, en otras palabras un niño que se entrega a la primera en una historia, que no calcula los riesgos, no él nunca así eso, para eso lo tenia a él.
Yo soy una persona más fría, mas calculadora, que analiza cada posible escenario, que razona, que no se da tan fácilmente, en otras palabras una persona realista, que sabe que el mundo no siempre es amable.
Si él podía estar ahí para cuidarlo, aconsejarlo, darle la voz de alerta, pero su amigo jamás lo escuchaba, una vez que se lanzaba a ese sentimiento, no podía ver razonamiento que él le diera, para evitarle el daño que de seguro le dejaría esa historia, no habían palabras que el pudiera emplear para que su amigo entrara en razón, solo había que esperar hasta el final de la historia, donde su amigo terminaría otra vez destrozado y en este lugar, pensaba mientras entraba a la taberna y era de esperar sentado en la barra estaba su amigo ahogando sus penas de amor en litros y litros de alcohol, ofreciendo su amor por centavos.
-Cerebro vamos amigo, brindemos por otra buena decisión, dijo su amigo en cuanto él se acerco, apenas se podía mantener de pies, por la injerta desmedida de esa noche.
-Vamos corazón, no te hagas otra vez esto, le dijo intentando quitarle el vaso de whiskys
-Que sabes tú, soy un idiota amigo, un niñato que solo sirve para ser destrozado, dijo llorando corazón.
-No amigo, tu vales oro, solo tienes que aprender con el tiempo que fuiste destinado a otro corazón, que en su momento lo encontraras, los otros son solo experiencias para prepararte para aquel que fuste diseñado, por ahora contaras conmigo siempre viejo amigo, para enseñarte lo que aun te falta, dijo cerebro mientras lo arrastraba al coche, para cuidar de él una vez más en casa.


2 comentarios:

  1. Precioso escrito.
    Me reafirmo, se te da muy bien esto.
    Un saludo y continúa así, es un placer pasar por tu blog :)

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  2. Me ha gustado mucho la idea de la amistad entre estas dos partes de nosotros ^_^. Una mezcla de ambos es la clave para una existencia emocionante sin muchos daños. Quien es racional, no es capaz de sorprenderse por la sorpresa y no siente lo bonito que es dejarse llevar por la sin razón en muchas ocasiones. Y quien es sólo pasional, no cae en la cuenta de esas señales que te indican que vas hacia un abismo al que vas a caer sin poder evitarlo, porque aunque quieras parar en el momento último, la crueldad de algunas personas estará ahí para darte un empujón y arrojarte al vacío donde sólo hay desencanto y soledad.

    Yo me confieso más pasional que racional y sé que debería cambiar un poco y poner la mente donde debe estar... Pero es que en el fondo, estoy dispuesto a que duela si a cambio puedo vivir una historia de esas que te hacen ver que la vida merece la pena en su brevedad efímera.

    Muy bonito esto que has escrito y encierra una verdad que puede ser muy útil. Es de estos textos que merecen la pena llevarse en la mente y en el corazón para que sepan que si trabajan juntos, encontrar el equilibrio es más fácil.

    Un abrazo grande guapísima. Y que tengas una tarde-noche llena de cosas bonitas y sueños cumplidos.

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