sábado, 23 de enero de 2016

Simplemente una historia (parte 25)

Al girarme hacia ella, la vi parada al lado de su cama, se había desconectado de todas las maquinas que aun tenia, y se sostenía del pequeño velador para mantenerse de pies, todo la miraban asombrado.
-Noemi, grito mi pequeña hermana al verla, Ricardo alerto a las enfermeras y de inmediato corrió donde ella.
-Por favor acuéstate Noemi, no te esfuerces, le pido el medico una vez que la tuvo a sujetada.
-Por favor saca a Amanda de la habitación, le dijo Noemi mirándolo directamente a los ojos, sabia porque pedía sacar a mi hermana del cuarto, la abuela de Noemi estaba apunto de explotar y ella no quería que mi pequeña hermana lo presenciara. Ricardo cumplió su petición y le pido a una enfermera que llevara a la niña a la cafetería.
-Vamos pequeña en la cafetería tienen unos pasteles que de seguro te van a gustar, dijo la mujer.
-Noemi, dijo mi hermana mirándola.
-Estaré bien Amanda, porque no vas con la enfermera a ver que pastel es el mas rico para que me traigas uno, se me antoja algo dulce, le dijo con una sonrisa dulce, a lo que mi hermana sonrió igual que ella y tomo la mano de la enfermera que la saco del cuarto.
Ricardo de inmediato comenzó a examinar a su paciente en un incomodo silencio que reinaba en la habitación, mis padres se miraban entre ellos y miraban a la mujer que ahora estaba dentro del cuarto, mirando fijamente a su nieta que nunca le desvió la mirada, antes cuando conocí a Noemi, bueno cuando me reencontré con ella en mi condición actual, esta nunca miraba fijamente a su abuela, siempre mantenía la vista baja frente a su presencia y solo le hablaba si ella se lo permitía, no se le tenia permitido ni siquiera acercarse si no era requerida, mi primera impresión fue la esclavitud abolida hace muchos años estaba presente en ese hogar.
-Señora Ursula, tantos años, dijo al final mi madre rompiendo el inmaculado silencio reinante.
-Veo que aun le gusta meterse en donde no se le ha llamado, fue la contestación de la mujer, en el mismo momento que se escuchaba la voz del medico.
-Quédate acostada mejor, aun estas muy débil, le decía Ricardo a Noemi que insistía en colocarse de pies, sabia por su mirada que no le aria caso, ella mejor que nadie conocía a su abuela y no estaba dispuesta a que mis padres o alguien mas se llevara su ira, yo no podía hacer nada, la mujer estaba en el cuarto y no la podía alejar, no sabia como protegerla.
-Estoy bien no se preocupe, dijo Noemi mirándolo y posteriormente se acerco donde su abuela- No le hables así a nadie.
-Así que aquí has venido a desperdiciarte, has regresado al lugar en donde todo comenzó, dijo la mujer.
-Tú no me querías a tu lado, no te importo que me marcharas, no mientas que me querías aun contigo, solo quieres lo que me traje conmigo, le dijo Noemi a su abuela muy tranquilamente, sin embargo esta literalmente ardió en rabia con esas palabras, su rostro se desfiguro y antes que alguien se diera cuentas había abofeteado a Noemi, la cual había caído al suelo con su mano en el rostro.
-Te hubieras muerto tú en ese maldito accidente, no te quería en un principio, no te quería viva jamás, fuiste tú quien me quito a mi hijo, eres un maldito engendro que nunca debió existir, tú y tu madre se llevaron de mi lado a mi sol, cuando apareció ella, mi hijo me dejo sola, pero fue peor cuando llegaste tú, ellos se casaron y se fueron de la ciudad, jamás volví a ver a mi hijo, tú me lo quitaste, hubiera sido muy feliz si hubieras muerto tú en ese accidente, eres la semilla de todas mis desgracias, le grito la mujer a su nieta que estaba en el suelo, a sujetada por mi madre, que había reaccionado cuando ella ya estaba en el suelo, yo también estaba a su lado, no podía creer que alguien le deseara de esa manera la muerte a su propia sangre.
-Si no la quería, por qué no me dio su custodia cuando se la pedí, dijo mi madre casi en lagrimas, ella ya había comenzado a atar todo los cabos.
-Quería el dinero del seguro de vida de mi padre, él nos aseguro a los cuatro por un monto con el cual jamás debería trabajar le un día a nadie y ella al tener mi custodia legal lo podía manejar, sin embargo al cumplir mi mayoría de edad ese dinero solo podía manejarlo yo y es por lo que has venido hoy, dijo Noemi.
-Ese dinero es mio por todo el daño que me has hecho, recrimino Ursula.
-Si lo quieres te lo doy, no quiero nada de eso, no me importa, lo cambiaría todo porque ellos estuvieran aquí, dijo Noemi, note que a sujetaba fuerte a mi madre, para evitar que se escaparan las lagrimas, por primera vez en todo estos años ella quería verse fuerte frente al monstruo que la atormento.
-Fue usted quien le hizo las lesiones que tiene, usted la golpeaba de niña, Dios que infierno la hizo pasar, dijo mi madre, mirando a Noemi mientas le caía las lagrimas, todas las lesiones descrita por Ricardo, ahora tenían sentido para ella, podía ver el sufrimiento de la hija de su mejor amiga. Me acerque a mi padre, solo esperaba como había funcionado con Amanda, él era abogado y esto no podía quedar así, tenia que pagar por todo lo que había hecho.
-No dejes que se vaya con el dinero de Noemi, ella la golpeo desde que quedo a su cargo cuando solo tenia ocho años, fueron diez años de maltrato infantil, tu sabes lo que debes hacer, le dije al oído y él por fin reacciono.
-Ricardo llama a la seguridad y que detengan a esta mujer hasta la llegada de carabinero, la denunciare por abuso infantil y esclavitud, la esperaran unos buenos años tras las rejas Ursula, dijo mi padre muy seriamente.
Fragmento 1                 Fragmento 2
Fragmento 3                 Fragmento 4
Fragmento 5                 Fragmento 6
Fragmento 7                 Fragmento 8
Fragmento 9                  Fragmento 10
Fragmento 11                Fragmento 12
Fragmento 13                Fragmento 14
Fragmento 15                Fragmento 16
Fragmento 17                Fragmento 18
Fragmento 19                Fragmento 20
Fragmento 21                Fragmento 22
Fragmento 23                Fragmento 24



1 comentario:

  1. ¡Por fin algo de luz y esperanza para Noemí! Su abuela merece pagar por todo lo que le hizo a su nieta, ella no tenía la culpa del accidente ni de que su hijo se alejara de ella... Espero que abuelas como estas (ni gente en general) existan en la realidad.
    Un abrazo y a ver si continúas la historia :3

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