Había sido un día realmente horrible, desde el comienzo de la jornada cuando se encontraba esperando el bus para la universidad y paso ese automóvil a toda velocidad sin preocuparse de que las calles se habían formado pequeños ríos con el temporal de lluvia que habían tenido los últimos días, la dejo completamente mojada y no podía volver a la casa a cambiarse, llegaría atrasada y debía presentar en el primer bloque de clases y aquí el otro punto malo del día, el profesor la reprendió por su aspecto, desaliñado y su ropa mojada sin importar nada de lo que ella dijera para justificarse.
El día no había mejorado después de ese duro comienzo, había olvidados los apuntes que había estado preparando la noche anterior en su escritorio, con el profesor que se debía juntar no había llegado y por estar esperándolo no había alcanzado a almorzar con lo que tuvo que irse a clase con el estomago vació, las clases de la tarde parecieron eterna, había comenzado a tener frió por la ropa húmeda y realmente no tenia ganas de escuchar a un profesor por tres horas seguidas, estaba fastidiada, molesta, enojada y solo quería desaparecer, el día que pensó que seria bueno había al final resultado todo un desastre.
Para el final del día le tocaba la clase en el laboratorio por no estar concentrada dio vuelta uno de los reactivo y se gano otro regaño del profesor, tuvo que limpiar y repetir el experimento, al final cuando ya termino todo el resto de la clase se había marchado hace horas y bueno ya era muy tarde, miro el reloj y solo pudo suspira, aun llovía fuerte y a esa hora ya no pasaban los buses por la universidad debería irse caminando.
La luces de las calles ya se habían encendido y a pesar del desastre de día que había tendió, parecía que a nadie le importaba la vida en la ciudad continuaba como siempre, iba llegando cerca de su casa cuando lo vio apoyado en una pared, distraído escuchando música, cuando por fin la vio se incorporo y le sonrió, esa única sonrisa logro que su corazón saltara de felicidad, se acerco a él que la recibió con un abrazo sin importar lo mojada que se encontraba y la beso dulcemente, borrando todo lo malo del día, eliminando las penas de su corazón y esfumando cualquier enojo, solo su presencia superaba todo lo negativo, no sabia que estaría en la ciudad pensaba que su campaña militar duraría un año.
Él abrió un paragua, tomo su mochila y la atrajo hacia él para continuar su camino con una sonrisa en su rostro y el día por fin brillaba con un sol tan cálido que la llenaba de felicidad, no importaba lo malo que podía llegar hacer sus días siempre había algo que superaría cualquier cosa y él era eso en su mundo, su sol y su esperanza y estaba segura que eso jamás cambiaría.
-Te amo, le dijo al final y él sonrió aun más.
Hoy es otro 14 en que te escribo, y a pesar de tu ausencia siempre seras la gota de esperanza en mis días oscuros, en mi vida completa seras el sol que ilumina mis pasos, te quiero con toda el alma mi ángel de la guarda.
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