domingo, 14 de agosto de 2016

Adiós en la laguna.

Ella miraba al cielo estirada en el pasto fresco que rodeaba la laguna, a la cual siempre de niña le gustaba ir, miraba las nubes pasar y se dejaba acaricia por la brisas fresca de esa tarde de invierno, mientras que sus recuerdo la mandaban a vagar tan lejos de esa época, la despojaban de su cuerpo, era como si estuviera en un estado etéreo libre de su cuerpo, libre esta tierra.
-Aun me extrañas, dijo una voz que venia de todos lados y a la vez de ninguno, ella simplemente sonrió, cubriendo sus ojos con su antes brazos.
-Todos los días estas en mi mente, en mi corazón, todo los días te extraño, contesto ella.
-Aunque han pasado tantos años, dijo de nuevo la voz.
-Podrían pasar mil años más y aun seguiría extrañándote, dijo ella mientras una pequeña lagrima se escapaba.
-Por qué habías dejado de venir a la laguna, dijo nuevamente la voz, ella suspiro esta vez antes de contestar, buscando su voz.
-Porque me hacia recordarte y odiar a la vida por llevarte tan pronto de mi lado, porque pensaba cada vez que venia estarías y me dolía no verte, porque este lugar era de los dos y ahora solo era mio, dijo ella.
-Pero has vuelto, dijo nuevamente la voz.
-Es hora que aprenda a seguir, sé que no fue nuestra época esta vida, pero la próxima sera nuestra, dijo ella, sentándose en el pasto al mismo tiempo que veía que al lado de la laguna se formaba la figura de un joven que le sonreía y caminaba hacia ella.
-Nunca dejes de sonreír, porque tu sonrisa es lo más bello que yo me puedo llevar de esta vida y sera ella la que me ayude a encontrarte en la próxima, dijo el joven al momento de abrazarla y a ella se le escaparon un par de lagrimas mientras que lo abrazaba aun mas fuerte.
-Prométeme que siempre te cuidaras y nunca olvidaras que existimos una vez al mismo tiempo, dijo ella.
-Te prometo que siempre te cuidare desde donde este, dijo él al momento que se desvanecía de sus brazos.
Ella volvió a abrir los ojos y se encontró estirada en el pasto al lado de la laguna, se sentó y sintió el aroma de quien se había llevado su corazón tras su partida al cielo, mirando hacia este le sonrió, él debía seguir y ella debía dejarlo seguir y aun así siempre lo tendría en su corazón hasta el final de sus días.
Hoy cumples 5 años desde que partiste y sabes que te quiero tanto y mas como el primer días, que eres la luz en mi camino oscuro, mi fuerza cuando no las tengo, que daría todo porque volvieras, pero se que debo seguir y debo dejarte seguir, pero quiero que siempre sepas que aunque pasen mil años siempre estarás en mi corazón y en mi recuerdo. Te quiero con el alma que es inmortal mi querido ángel. Gracias por toda tu ayuda.

1 comentario:

  1. Hay que ver lo duras que son las despedidas y como tu has sabido plasmar todos esos sentimientos a la perfección ^-^

    ¡SE MUUY FELIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIZ 😊😊💕!

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